¿Cómo afectan a las placas solares la lluvia, el granizo y la nieve?
Una de las preocupaciones que se tiene a la hora de pasarse al autoconsumo es cómo los agentes atmosféricos afectarán la producción de la energía, incluso preguntándose si estos podrían dañar el sistema fotovoltaico en casos de fuertes temporales.
Una inquietud muy frecuente también es pensar en cómo funcionarán los paneles solares en los días nublados, si se conseguirá la energía solar suficiente para abastecer el hogar, o cómo actuar para mantener el buen funcionamiento de las placas en temporadas de climas extremos.
En este artículo te vamos a hablar sobre:
- Las placas solares en las estaciones frías
- La exposición de los paneles en las estaciones más cálidas
- Cómo el calor afecta a los módulos fotovoltaicos
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Cómo proteger los paneles fotovoltaicos
El cambio de estación conlleva variaciones de temperatura, y en ocasiones, adversidades por parte de los agentes atmosféricos.
Igualmente los paneles solares mantienen su funcionamiento con lluvia, viento e incluso granizo. Estos fenómenos son muy favorables para el medioambiente, sobre todo en estos momentos, debido al cambio climático, pero hay que tener en cuenta, que podrían afectar tanto al rendimiento de las placas solares como a la potencia de las mismas en una instalación fotovoltaica.
Si bien es cierto que las placas solares no requieren un cuidado continuo, y están diseñadas para estar a la intemperie, es importante atender mínimamente a los factores meteorológicos debido a su exposición, porque podrían dañarlas.
Pero, ¿qué formas hay de proteger los paneles? ¿Y cuáles son los factores climáticos más peligrosos?
En este artículo analizaremos uno a uno los diferentes fenómenos estacionales y qué hacer ante ellos.
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Otoño e invierno
Comencemos por los meses más fríos del año: otoño e invierno.
El descenso de las temperaturas trae consigo fenómenos meteorológicos como la nieve y la condensación, éstas pueden tener consecuencias sobre las placas solares y por tanto, sobre la eficiencia del sistema fotovoltaico.
Pero con ciertos cuidados es posible evitar cualquier tipo de daño.
Funcionamiento de paneles solares con nieve y hielo
La nieve en general, no representa un gran problema para los paneles solares ya que al estar colocados de forma inclinada, permiten deslizar las acumulaciones de nieve o hielo que puedan producirse. Aunque los paneles solares están diseñados para soportar las inclemencias del tiempo es necesario tomar precauciones.
Si hay una fuerte nevada, el peso de la nieve encima de placas solares podría causar daños mecánicos a la estructura de soporte en casos extremos e interferir en la producción de energía.
De hecho, si la nieve cubriese los módulos, éstos no podrían absorber los rayos del sol y su rendimiento disminuiría considerablemente.
Si la nieve acumulada no se retira, podría congelarse y además dificultaría la limpieza y el funcionamiento del sistema fotovoltaico, para evitar estos sucesos, es importante mantener siempre limpios los módulos.
La combinación de paneles solares y nieve es posible, siempre y cuando se controle cada cierto tiempo que no se acumulen demasiados centímetros de nieve en el sistema fotovoltaico, se puede hacer manualmente de forma delicada, evitando productos químicos o materiales que puedan rayar la superficie del vidrio. Eso sí, si la nieve es espesa, te recomendamos que el trabajo lo realicen empresas especializadas.
Así afecta la condensación a los paneles solares
La condensación es típica de las mañanas de invierno. Se forma cuando el aire cálido y húmedo entra en contacto con una superficie fría, como puede ser el vidrio.
Por lo tanto, la condensación puede afectar los paneles solares, reduciendo su producción, y con el tiempo, provocando una corrosión de los circuitos metálicos.
Para evitar este problema es necesario que la ventilación del espacio sea adecuada tanto por la parte trasera de los paneles, como su apertura para dejar evaporar el agua. La correcta instalación y diseño de la instalación puede evitar este tipo de problemas, de ahí que una instalación profesional sea muy importante de cara a asegurar la vida de varias décadas de la instalación.
En Otovo, nuestros ingenieros siempre se encargan de realizar las mejores instalaciones desde el punto de vista técnico y usamos materiales inoxidables que garanticen su mantenimiento en el tiempo.
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Ahora que hemos analizado las estaciones frías vamos a explicar qué factores atmosféricos pueden interferir en la productividad de los paneles solares en las estaciones más cálidas y qué hacer ante ello.
Primavera y verano
Si en las estaciones más frías podemos encontrar nieve y hielo sobre paneles solares, en las estaciones cálidas se caracterizan por lluvias y granizadas.
Aunque estos fenómenos sean menos dañinos, existen soluciones que nos permiten proteger nuestro sistema fotovoltaico.
¡Sigue leyendo!
¿Se dañan los paneles solares con la lluvia?
Un sistema fotovoltaico bien instalado no debería verse afectado por daños causados por la lluvia, de hecho la lluvia ocasional ayuda a mantener limpios los paneles si estos tienen una correcta inclinación. Si los paneles solares se dañan por la lluvia, lo más probable es que sea por un defecto en la fabricación y no por la precipitación en sí misma ya que están diseñados para estar a la intemperie durante toda su vida útil.
¿Cómo se ve afectado el rendimiento de las placas solares en días nublados o lluviosos?
Si cambias tus hábitos hacia el autoconsumo es necesario tener claro que un sistema fotovoltaico se nutre de irradiación solar para generar energía, por lo tanto a menos sol, menos energía.
No obstante, decir que no se produce energía en temporadas de lluvia o con un cielo nublado, es incorrecto.
La irradiación solar penetra las nubes, y a pesar de ofrecer menos producción que en un día soleado, el sistema seguirá alimentando la vivienda.
Tomemos como ejemplo una zona que se caracteriza por su clima lluvioso, como por ejemplo Inglaterra.
En Londres, con un sistema de 5kWp, se pueden producir 5.200 kWh anuales. Mientras que en Madrid, con el mismo sistema, alrededor de 8.000 kWh.
Es verdad que la irradiación solar es clave, pero como bien podemos ver, el mal tiempo no impide tener una producción fotovoltaica considerable.
Viento
El viento es el agente atmosférico más común y es importante plantear bien el montaje de los paneles para asegurar que el viento no afecte a nuestra instalación solar.
El impacto del viento que más puede comprometer la seguridad estructural de una instalación de paneles solares, es el conocido como Efecto Vela, es decir cuando el viento golpea por la parte posterior y transmite más fuerza sobre los módulos solares. Es por ello que se debe tener muy en cuenta el tipo de cubierta para que el sistema montaje elegido minimice este efecto.
En cubiertas inclinadas en que la estructura está fijada al tejado, en Otovo sólo recomendamos que la instalación sea coplanar, es decir, los paneles paralelos al tejado, haciendo mínimo el efecto vela ya que se reduce el espacio para que el viento pueda afectar al anclaje de los paneles.
En casos en que la cubierta sea plana, en que los paneles están fijados a estructuras y lastres de hormigón, se recomienda que la inclinación con la que se instalen sea baja, 15º-20º grados si son en vertical y 20º-30º grados normalmente si los paneles se colocan en horizontal, para que este efecto vela se reduzca todo lo posible.
No obstante, para prevenir consecuencias desagradables de la fuerza del viento sobre los paneles la empresa instaladora debe contar con un análisis relativo al efecto del viento.
El granizo sobre los módulos solares
Otro tipo de precipitación también propio de las estaciones cálidas, y en particular del verano, es el granizo.
Los módulos están formados por diferentes capas de materiales, que ayudan a que los paneles solares sean resistentes al granizo. El vidrio templado ayuda a que sean aún más consistentes, ya que absorbe los golpes de los fenómenos atmosféricos más fuertes. En Otovo trabajamos con paneles solares preparados para aguantar los impactos del granizo.
Pese a que el granizo no represente un gran peligro, siempre es importante saber cómo proteger los paneles del granizo. Contratar un seguro de hogar que cubra daños, incluidos los causados por climas extremos sería la mejor solución.
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¿El calor también puede dañar un panel solar?
Si pensamos que solo los agentes atmosféricos violentos pueden tener consecuencias sobre los paneles fotovoltaicos, no es así. De hecho, muchas veces lo que pensamos que es el mejor aliado de un sistema fotovoltaico, puede no llegar a serlo.
Cuando las temperaturas superan los 25 °C, los módulos pueden sobrecalentarse y comprometer su rendimiento, no obstante difícilmente se dañarán los paneles.
Para prevenir esta situación, es importante elegir paneles fotovoltaicos de calidad y que tengan un reducido coeficiente de temperatura.
Conclusión
Ahora ya conoces qué hacer para proteger tus paneles solares de los factores climatológicos que caracterizan las estaciones.
Como hemos visto, evitar daños en un sistema fotovoltaico es sencillo si nos preocupamos de mantener limpios y despejados nuestros paneles solares.
Sabemos que un sistema fotovoltaico aporta muchos beneficios y la posibilidad de producir energía limpia es positivo para el medio ambiente y para nuestro bolsillo. Por lo tanto, el clima no debe ser un impedimento para disfrutar del autoconsumo fotovoltaico. Si confías en Otovo para producir tu propia energía solar, ten la certeza de poder contar siempre con los mejores productos destinados a la producción de energía fotovoltaica, ya que trabajamos con varias marcas de paneles solares, baterías e inversores que aseguran la calidad en cada proyecto instalado.
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Preguntas frecuentes
¿Cuál es la mejor forma de proteger los paneles fotovoltaicos?
Para proteger los paneles de los agentes atmosféricos es importante elegir únicamente aquellos fabricados con tecnologías modernas, así como un mantenimiento y limpieza puntual.
¿Funcionan mal los paneles cuando el cielo está nublado?
No, los paneles solares funcionan incluso cuando está nublado, aunque con menos intensidad. Porque el sol, incluso cuando hay nubosidad, consigue alcanzar los módulos fotovoltaicos y, por lo tanto, permite que se produzca energía.